martes, 30 de octubre de 2012

RETOMANDO

Ha sido muy interesante voltear y verme hace justo 2 años: muy muy desenfocada. Confieso que me he sorprendido al ver lo triste que estaba. Mis ganas de vida no mejoraron poco después de que dejé de escribir, mi bache emocional fue en aumento, fui subiendo y subiendo en esa depresión existencial hasta que un día, simplemente me dejé caer. Así fue el golpe.

Dicen que cuanto más subes más fuerte es la caída, pues así fue la mía. Caí en un hoyo profundo, en donde pensé lo que nunca había pensado: y qué es lo que hago en este mundo, si ni siquiera me importa mi vida y mucho menos vivirla? Ni en mis años de adolescencia había caído en ese cliché existencial, es más, me parecía aún más triste, porque a mi edad sabía lo que la vida y el mundo traen consigo. 

Sentía que mi vida era como un barco en tormenta y yo me ahogaba con él. 

Sí se me ahoga el barco a mí quién me va a ayudar? Era mi frase trillada y la respuesta era simple y cierta: nadie más que sólo yo. 

Nadie más que sólo yo....y así fue....rescaté mi barco que estaba a punto del naufragio.

1 comentario:

  1. Me alegra el regreso. Es sorprendente lo que puede cambiar la vida en sólo dos años, ¿no?

    Espero leerte más a menudo.

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